¡¡¡Ya viene el invierno!!!, gritó Marco con
alegría.
¡¡Pronto podremos escribir nuestra carta a Santa Clauss!!
¡¡Pronto podremos escribir nuestra carta a Santa Clauss!!
El paisaje ya se veía nevado y las casas parecían todas iguales, ni pobres ni ricos, todos vivían en casas blancas y relucientes.
Sus amigos también estaban contentos y
esperaban recibir muchos regalos.
Y, por fin, vino la ansiada fecha, el 24 de diciembre.
De pronto se cerró el día y se empezó a
ver una luz resplandeciente en la oscuridad.
Todos los niños fueron contentos a sus
hogares con la noticia.
Los padres dejaron a sus niños en la
cama y fueron a comprobar lo acontecido, pero tan solo encontraron un pequeño meteorito.
Y
ahora……¿Cómo decirles a sus niños que lo que habían visto era un cuerpo extraño
caído del exterior?.
Y pensando pensando, enviaron una carta
a Santa Claus explicando la situación , ya que en su mundo no existía reloj ni tiempo.
A la mañana siguiente, todos fueron a
desenvolver sus regalos con ilusión.
Padres y pequeños olvidaron su pereza
para saltar de la cama a buscar su regalo.
Y, .. ¡¡¡Oh sorpresa!!! Santa Clauss había dejado todos los regalos que habían pedido y además un pedazo
de una piedra mágica,¡¡¡ LA QUIASTOLITA!!!
quiastolita de Asturias |
Pero... ¡¡qué buena idea!! ¡¡Santa nunca nosfalla!!, decían los papás.
Todos los niños pensaron que era un
trozo de estrella y lo guardaron en su cuarto.
Estudiaron mucho y cuando fueron mayores
se dieron cuenta de que su piedra les había traído mucha, pero que mucha suerte.
Por eso nunca se debe perder la ilusión,
al igual que nuestros queridos niños.
Cuento de Aurelia Gonzalez
Cuento de Aurelia Gonzalez
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