jueves, 10 de diciembre de 2020

CUENTO DE NAVIDAD

¡¡¡Ya viene el invierno!!!, gritó Marco con alegría.
¡¡Pronto podremos escribir nuestra carta a Santa Clauss!!




El paisaje ya se veía nevado y las casas parecían todas iguales, ni pobres ni ricos, todos vivían en casas blancas y relucientes.



Sus amigos también estaban contentos y esperaban recibir muchos regalos.
Y, por fin, vino la  ansiada fecha,  el  24 de  diciembre.
De pronto se cerró el día y se empezó a ver una luz resplandeciente en la oscuridad.


Todos los niños fueron contentos a sus hogares con la noticia.
Los padres dejaron a sus niños en la cama y fueron a comprobar lo acontecido, pero tan solo encontraron un pequeño  meteorito.
 Y ahora……¿Cómo decirles a sus niños que lo que habían visto era un cuerpo extraño caído del exterior?.
Y pensando pensando, enviaron una carta a Santa Claus explicando la situación , ya que en su mundo no  existía reloj ni tiempo.



A la mañana siguiente, todos fueron a desenvolver sus regalos con ilusión.


Padres y pequeños olvidaron su pereza para saltar de la cama a buscar su regalo.
Y, .. ¡¡¡Oh sorpresa!!!  Santa Clauss había dejado todos los  regalos que habían pedido y además un pedazo de una piedra mágica,¡¡¡ LA QUIASTOLITA!!!



quiastolita de Asturias


Pero... ¡¡qué buena idea!!  ¡¡Santa nunca nosfalla!!, decían los papás.
Todos los niños pensaron que era un trozo de estrella y lo guardaron en su cuarto.

Estudiaron mucho y cuando fueron mayores se dieron cuenta de que su piedra les había traído mucha, pero que mucha suerte.

Por eso nunca se debe perder la ilusión, al igual que  nuestros queridos niños.

                                                                                                      Cuento de Aurelia Gonzalez


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